dilluns, 23 de gener del 2012

La visión Sistémica

La mirada mecanicista del mundo sugiere que está compuesto por bloques constructivos aislados, de forma que el conocimiento del todo se logra a partir de las partes. Esta visión reduccionista implica a su vez que el todo no es más que la suma de sus partes.

Junto a este planteamiento surge otro basado en la idea de sistema. El concepto de sistema ayuda a entender mejor una realidad conceptual muy compleja. Nos dice que un sistema viene a ser un conjunto de elementos en interacción que, si bien puede dividirse en partes, adquiere entidad en la medida en que tales partes se integran en la totalidad; es decir, las partes son interdependientes y están interrelacionadas. De aquí se extrae que el todo es más que la suma de sus partes, ya que tiene que ver con las relaciones que se dan entre ellas.

La familia compone una identidad propia -sistema- cuya conducta, funciones y propiedades no son comprensibles como mera suma de las conductas, funciones y propiedades de sus componentes. Existe un salto cualitativo entre el elemento y el sistema:

  • la conducta de uno de los miembros del sistema sólo puede entenderse en relación con el resto de las conductas de las unidades del sistema.
  • el síntoma sólo puede ser comprendido dentro de un conjunto de interacciones por el que es mantenido y se mantiene.
  • los lazos que nos unen al Sistema Familiar vienen del pasado y van al futuro. Podemos ser conscientes o no de ellos, pero los lazos siempre están.
Comprender la familia como sistema da un gran giro a la manera de concebir las relaciones familiares, los procesos que se dan y los conflictos que puedan surgir. Sintiéndonos parte de un Sistema Familiar nos ayuda a perdonar, agradecer y reverenciar nuestros ancestros, nuestra familia y nuestras raíces, a la vez que poder clarificar las relaciones emocionales en nuestra vida.
Desde Acompanyament Familiar tomamos este enfoque para poder caminar a vuestro lado a la vez que tenemos en cuenta el sistema al cuál pertenecéis.